Tamara Gorro más enfadada que nunca advierte a la prensa
Este es el momento más difícil para la familia virtual de Tamara Gorro. Cuando todo estaba a punto de un divorcio definitivo de Ezequiel Garay, la influencer anunciaba por sorpresa su reconciliación. Pero una supuesta persona de su entorno cuestionó esta separación en ‘Sálvame’ acusándolos de crear una farsa apoyada en los problemas mentales de Tamara únicamente para «llamar la atención».
El argentino, con un monumental cabreo, emitía un comunicado en el que se defendía de las acusaciones que se habían vertido sobre su mujer durante los últimos meses.
La crueldad de los comentarios llegaba hasta el punto de decir que se habían aprovechado de los problemas de salud mental de Tamara Gorro para ganar dinero. “Nunca he hecho ninguna declaración sobre lo que lleva sucediendo estos meses. Pero es el momento de hacerlo porque creo que todo tiene un límite y se está sobrepasando”, aseguraba Ezequiel Garay tratando de defender a su familia.
Tamara de momento se mantenía al margen de toda la polémica y publicaba un mensaje a su comunidad virtual de mas de dos millones de seguidores. La influencer, que acaba de lanzar el libro ‘Cuando el corazón llora’ se mostró muy afectada por las durísimas acusaciones que realizaron sobre su situación familiar.
Una decisión inesperada e insólita
Por ese motivo, Tamara Gorro ha tomado una drástica decisión: dejará de responder a las preguntas de los reporteros que siempre suele tratar con mucha abamilidad: “Sabéis que conocemos mucho a todos los compis de calle, jamás os haría el feo de irme porque no soy nadie para hacerlo, pero no voy a decir nada. Es la primera vez que no voy a decir nada. Nada”, dejando claro que está muy dolida por el circo mediático creado en torno a ella.
“Incluso hasta Ezequiel ha tenido que dar un golpe en la mesa, ¿verdad? ¿Estáis cansados?”, comentaba a una reportera muy contrariada. “No voy a decir nada. Lo siento porque sé que es tu trabajo mi vida y lo siento […] Vosotros estáis haciendo vuestro trabajo por eso me parece feo irme y… No, no, lo haré siempre y siempre os atenderé, pero no voy a decir nada. Ha llegado un punto en el que ya no voy a decir nada”, zanjaba.
¿Qué os parece a vosotros?