Una runner denuncia indignada un acoso persecutorio sufrido a plena luz del día: «Me estaba esperando»

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El indignante acoso sufrido por Ángela a plena luz del día

En el vertiginoso mundo de las redes sociales, donde la diversión y la conexión se entrelazan, a veces emergen historias que nos recuerdan que no todo son risas y entretenimiento. Ángela, una apasionada runner y creadora de contenido en Instagram (@angela_viviendo.healthy), compartió recientemente una experiencia desgarradora que la dejó vulnerable y conmocionada.

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Ángela, una joven murciana de 30 años, comparte habitualmente en redes recetas saludables, ejercicios fáciles y consejos para cambiar rutinas en su canal. Sin embargo, su última publicación fue diferente. En un emotivo video, aparece con su atuendo de ‘runner’, sudorosa y secándose las lágrimas al aire libre. A las 11 de la mañana, mientras corría junto a un río, vivió un episodio desagradable que la marcó profundamente.

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Un joven en monopatín la acosó, la intimidó y la hizo sentir vulnerable. Ángela relata cómo el chico la miró de manera lasciva y realizó un gesto obsceno. A pesar de su miedo, ella le respondió con valentía haciéndole una peineta. Pero el acoso no terminó ahí y el chico la siguió, escondiendo su monopatín y esperándola en una curva, donde volvió a realizar los mismos gestos anteriores. La impotencia y el temor la llevaron a llamar a su hermano mediante una videollamada.

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«Yo sigo corriendo a mi ritmo y cuando paso una curva estaba el muy h…. allí.. Había escondido el monopatín y me estaba esperando. Luego ha estado siguiéndome y otra vez se ha puesto ahí a hacer cosas obscenas… Tío, pero que p.. necesidad?», explicaba a la cámara la protagonista con lágrimas en los ojos. «Me he jiñado. Tengo 30 p… años.. son las 11 de la mañana, voy tranquilamente y me tiene que pasar esto…», seguía contando la joven indignada.

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Las redes sociales y sus sombras tras el testimonio de Ángela

En su desgarrador testimonio, Ángela se pregunta: “¿Hasta cuándo?” ¿Cuántas mujeres deben enfrentarse a situaciones similares mientras intentan disfrutar de su pasión por el deporte? Su video ha alcanzado más de 9,5 millones de visualizaciones y ha generado un apoyo masivo. Sin embargo, una de las cosas que más ha llamado la atención del caso, ha sido que ha recibido un alarmante número de respuestas tan controvertidas como crueles.

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Algunos usuarios, en lugar de mostrar empatía, han criticado su edad o incluso el tipo de ropa que llevaba. La falta de comprensión y la insensibilidad han sido más que evidentes. “No puedo con las lloronas de Internet”, comentó uno de ellos. Otros sugirieron que debería haber ido a la policía en lugar de grabarse.

La historia de Ángela es un recordatorio de que las redes sociales no siempre son un refugio seguro. A pesar de la adversidad, su valentía al compartir su experiencia puede inspirar a otros a alzar la voz y luchar contra el acoso. ¿Cuál es la solución? ¿Cómo podemos garantizar que las mujeres puedan disfrutar de su pasión sin temor? Es una pregunta que merece una respuesta urgente y un cambio real en nuestra sociedad.

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