Una boda truncada por la enfermedad
María y Fran se conocieron cuando eran adolescentes y se enamoraron. Durante once años, compartieron su vida, sus sueños y sus dificultades. Entre ellas, la más dura: el cáncer que le diagnosticaron a María hace tres años. A pesar de la enfermedad, la pareja nunca perdió la ilusión de casarse y celebrar su amor. Sin embargo, el destino les arrebató esa oportunidad el mismo día que habían elegido para su boda: el 6 de abril de 2024. María falleció con tan solo 26 años, dejando un vacío inmenso en Fran y en todos los que la conocieron.
La historia de un amor incondicional
Todo empezó en noviembre de 2023, cuando María llamó por teléfono a un salón de celebraciones de Utrera, en Sevilla, para reservar una fecha. «¿Está libre el 6 de abril?», preguntó. Al otro lado del teléfono, estaba Sara Jiménez, del Patio Doña Manuela, que les invitó a visitar el lugar. Sara se sorprendió de la rapidez con la que querían casarse, pero pronto entendió el motivo. María le confesó que tenía cáncer y que quería adelantar la boda antes de que fuera demasiado tarde. Sara se conmovió con su historia y se ofreció a oficiar la ceremonia.
La preparación de una boda especial
En diciembre, Sara se reunió con la pareja durante tres horas para conocer su historia de amor y escribir el discurso que les dedicaría. María y Fran le contaron cómo se habían conocido, cómo habían superado los momentos difíciles y cómo habían recibido la noticia del cáncer. También le contaron que Fran le había pedido matrimonio cuando los médicos le retiraron la quimioterapia a María, al ver que no tenía efecto. «Mi madre dice que estoy loca… cómo me voy a meter en planes de boda», bromeaba María, que impresionaba a Sara por su entereza y su alegría.
María no dejó de sonreír en ningún momento de la preparación de la boda. Disfrutó de la prueba de menú, de la elección de las flores y de los detalles de la decoración. Incluso le pidió a Sara que le pusiera una alfombra blanca para entrar. «Viéndola no podías pensar que estaba enferma», dice Sara. Y es que María no quería que nadie se preocupara por ella. Ni siquiera Fran, al que le pidió que rehiciera su vida cuando ella se fuera. «Te quieres callar ya», le contestaba él, que siempre la apoyaba y la animaba.
El sueño roto de una boda imposible
María y Fran tenían todo listo para su gran día. Hacía dos semanas habían asistido a otra boda como invitados y el lunes anterior Fran había pasado por el salón de celebraciones para ultimar los detalles. Pero el destino les jugó una mala pasada. María sufrió un empeoramiento repentino y tuvo que ser ingresada en el hospital. El miércoles, Fran tuvo que llamar a Sara para cancelar la boda. El 6 de abril, el día que debía ser el más feliz de su vida, María murió.
Sara se quedó con el discurso que había preparado para ellos, titulado «Todo es posible», en referencia a la actitud positiva de la pareja. Con el consentimiento de Fran y la familia, Sara grabó el mensaje que María nunca pudo escuchar y lo compartió en las redes sociales como un homenaje a su valentía y su amor. El vídeo se hizo viral y miles de personas se emocionaron con la historia de María y Fran, una historia de amor incondicional que el cáncer no pudo borrar.
«María tan cariñosita siempre, siempre pendiente de todos, que a nadie le falte de nada. Luchadora, independiente, fuerte, ella se entrega a un amor donde nuestros novios se describen amigos por encima de todo, teniendo como base la confianza infinita y una creencia firme en que todo es posible.
No es ningún secreto que nuestros novios libran muchas batallas de la mano y precisamente no fáciles, porque en mitad del sueño, teniendo María sólo 23 años, le dicen que está enferma». Fran ni se lo creía, pero nunca decayó. Siempre fuerte con su lado bueno de las cosas, con su creencia en que todo iba a ir bien.
Él ha ayudado en todo y ella, dura, incansable. Incluso intentó sobrellevarlo ella sola. Ella no quería molestar a nadie. Fijaros hasta qué punto le llegó a decir a Fran, y esto lo cuento porque me han dado permiso, que rehiciera su vida, que no quería ser una carga… a lo que él siempre le respondía que se callara, que no dijera tonterías.
Porque lejos de ser una carga para Fran, María es su calma, su alegría, la que le quita las penas, la que le hace creer que sí y los ánimos podían estar por el suelo. Pero la relación se iba reforzando más y más con cada batalla y en mitad de todo aquello. Una Navidad, un regalo y una propuesta de matrimonio. Algo que María no se esperaba para nada, pero deseaba con todo su corazón.
Así que nuestro galán se pone de rodillas y ella dice que sí, el sí más bonito de toda la historia. Y nos venimos a este seis de abril, al mes de las flores del sol, donde un sueño nuevo despierta y se funden todos esos sentimientos que tenéis en uno el otro».