Kasia Gallanio fue encontrada muerta en su domicilio de Marbella
La exprincesa de Qatar, Kasia Gallanio, de 45 años, fue hallada sin vida el pasado domingo en su casa de Marbella, según ha informado Le Parisien. Según el citado medio, la mujer de origen estadounidense y polaco estaba en plena disputa por la custodia de sus hijas con su expareja, el tío del emir de Qatar, en medio de acusaciones de tocamientos sexuales incestuosos.
Según fuentes próximas a la investigación, los agentes de la Policía Nacional entraron en la vivienda sobre las 8 de la mañana del domingo 29 de mayo tras ser alertados por su hija de que no estaba respondiendo a sus insistentes llamdas.
La hija, menor de edad y residente en Francia, llevaba varios días intentando contactar con ella, según las mismas fuentes.
No se ha realizado la autopsia aunque hay una hipótesis clara
Cuando llegaron los agentes, encontraron a la mujer muerta en la cama sin signos de violencia.
Todavía falta por realizar la autopsia, aunque la principal hipótesis que barajan los investigadores es que la muerte pudo producirse tras el consumo de alguna sustancia, como ha adelantado Le Parisien.
El mensaje que la princesa mandó a sus hijas, clave en la investigación
A pesar de que las hijas de la exprincesa ya eran adolescentes, el lazo de unión con su madre era muy importante y tenían una gran complicidad. La gran admiración mutua que se profesaban quedó patente en la última y reveladora publicación que compartió dirigida a sus dos hijas.
«Mis amores. Nunca olvidéis que os quiero mucho. La vida está llena de momentos difíciles y también buenos momentos. Si en ciertos momentos os sentís abrumadas…no olvidéis quiénes sois… enderezad vuestra corona y sed valientes… Aprended de todo lo que podáis y sed las mujeres increíbles, inspiradoras, poderosas y compasivas que sé que podéis ser. Con amor, vuestra mami», escribió Kasia hace apenas dos meses. Este post coincidió en el tiempo con su primera y última entrevista en un medio de comunicación, un acto de valentía con el que buscó sincerarse ante el mundo y mediante el que confesó la insostenible guerra que estaba manteniendo con su exmarido.