Un Nuevo Comienzo para «First Dates»: Una Temporada de Citas Sorprendentes
El programa de citas más famoso de la televisión, «First Dates», regresó este lunes, 2 de septiembre, con una nueva temporada repleta de encuentros inesperados entre solteros de todas partes del mundo. Esta vez, la velada estuvo marcada por la presencia de Emilio, un almeriense de 80 años que hizo su entrada al restaurante con gran confianza, destacando su excelente forma física. «No fumo, no bebo, estoy delgado, hago deporte», declaró con orgullo, mientras buscaba a una compañera que compartiera su estilo de vida saludable.
A pesar de su aparente apertura, Emilio no estaba dispuesto a conformarse con cualquiera. Su objetivo era encontrar a una mujer delgada y no fumadora, aunque aseguraba que no le importaban «la cara y la estatura». Sin embargo, dejaba claro que prefería «quedarse virgen antes de hacer un esfuerzo» con alguien que no cumpliera con sus expectativas. Su amor por el baile, tanto moderno como clásico, era una de sus grandes pasiones: «Bailo todos los fines de semana. Me defiendo en la pista», afirmaba con seguridad.
El Encuentro con Mari Carmen: Una Primera Impresión Contradictoria
La cita de Emilio fue con Mari Carmen, una dinámica onubense de 75 años que se definía como una mujer muy activa, amante de caminar, correr e ir a pilates. «Soy muy activa. Me divorcié de mi segundo marido por lo pasivo que era», confesaba Mari Carmen, quien se mostraba entusiasmada con la posibilidad de encontrar a alguien que compartiera su energía y ganas de vivir. Sin embargo, la primera impresión entre ambos no fue exactamente la esperada. Mientras Mari Carmen parecía encantada con Emilio, él no pudo evitar expresar su decepción: «La parte frontal físicamente no me ha gustado», comentó sin rodeos.
La noche no tardó en presentar su primer momento incómodo cuando Mari Carmen tuvo dificultades para sentarse correctamente en un taburete, provocando que Emilio interviniera para ayudarla, levantándola en brazos y acomodándola en su asiento. «A mí me gustan las personas con más energía», añadió Emilio, dejando claro que buscaba a alguien con un nivel de vitalidad similar al suyo.
Una Conversación que Revela Diferencias
Ya acomodados en su mesa, la conversación fluyó hacia sus intereses nocturnos. Mari Carmen confesó que hacía mucho que no visitaba una discoteca, aunque disfrutaba bailar de vez en cuando. Emilio, en cambio, enfatizó que el baile era esencial en su vida, considerándolo más que un pasatiempo: «Lo veo como un deporte porque mueves todo el cuerpo». Esta declaración fue bien recibida por Mari Carmen, quien lo calificó como «un hombre con mucha vitalidad».
El tema de la edad pronto salió a la luz, sorprendiendo a Mari Carmen al descubrir que Emilio tenía 80 años. «Estás muy bien para tener 80», admitió con sorpresa, aunque Emilio rápidamente señaló que, aunque ella había cuidado su físico, «el frontal me ha echado para atrás». Con un tono crítico, mencionó que prefería unos labios menos marcados, y no «una cortina».
La Cuestión de la Distancia: Un Obstáculo para el Amor
Más adelante en la noche, la conversación giró en torno a la distancia que los separaba. Emilio, optimista, estaba dispuesto a intentar una relación a pesar de vivir a 600 kilómetros de distancia, pero Mari Carmen se mostró escéptica. «Tenemos que adaptarnos a base de sacrificios (…) El milagro no existe», expresó Emilio, mientras ella parecía dudar sobre la viabilidad de tal relación: «600 kilómetros para vernos un rato…».
A pesar de las diferencias, Emilio trató de mantener una actitud diplomática y caballerosa. «He querido cumplir y ser un caballero», comentó, aunque la chispa del amor parecía no haber encendido entre ellos. En un intento por suavizar la velada, la pareja se dirigió al reservado del programa, donde compartieron un tierno beso y un baile al ritmo de «La Bilirrubina» de Juan Luis Guerra.
Un Final Agridulce y una Decisión por Tomar
A pesar de los esfuerzos, Emilio no pudo evitar confesar que no sentía que Mari Carmen fuera la indicada para él: «Veía a María Carmen muy básica», aunque estuvo dispuesto a considerar una segunda cita para explorar si realmente había alguna posibilidad de conexión. Sin embargo, su comentario al pagar la cuenta dejó entrever cierta insatisfacción: «Me dijeron que tenía que invitar a todo aquel con cara de pobre», dijo con una sonrisa irónica, a lo que Mari Carmen replicó con buen humor: «No me enfado porque no soy rica».
Al final de la noche, aunque la chispa del amor no brilló con intensidad, ambos acordaron darle una segunda oportunidad a su relación, dejando la puerta abierta a la posibilidad de un futuro juntos, aunque fuera a distancia. ¿Podrá esta pareja superar los desafíos que el destino les ha puesto en su camino? Solo el tiempo lo dirá en esta nueva temporada de «First Dates».