Un encuentro lleno de contrastes en First Dates
La noche del miércoles en Cuatro trajo consigo una nueva entrega del popular programa de citas, *First Dates*, donde una vez más, las puertas del restaurante se abrieron para recibir a personas en busca de su media naranja. Sin embargo, como ocurre en muchas ocasiones, no todos los encuentros logran cumplir ese anhelado objetivo de formar una pareja ideal.
Entre las protagonistas destacadas de la velada se encontraba Ara, una madrileña de 18 años que dejó una fuerte impresión al presentador con su distintivo estilo gótico. “Es estético, no voy a matar a nadie, soy muy maja”, aclaró con una sonrisa, dejando claro que, pese a su apariencia oscura, su personalidad era de lo más agradable. Ara, quien estaba estudiando para ser auxiliar de veterinaria, reveló que su verdadera pasión era el dibujo y se describió a sí misma como una friki, admitiendo que su película favorita era *La Matanza de Texas*. Con el deseo de encontrar una chica con la que iniciar una relación seria, Ara llegó al restaurante con la esperanza de que esta podría ser la noche en la que conociera a alguien especial.
Un choque de estilos y personalidades
La cita de Ara fue Jessica, una madrileña de 19 años que, a diferencia de Ara, se presentaba como una chica muy social. Desde el primer momento, a pesar de las sonrisas con las que ambas entraron al restaurante, quedó claro que la química no estaba presente. “Es guapa, pero la estética no se parece en nada a la mía. Es más tirando a choni, no me gusta su estilo”, comentó Ara, decepcionada al no encontrar la conexión que esperaba. Jessica, por su parte, compartía el mismo sentimiento de desencanto: “Su estilo es muy distinto al mío. No pegamos, no me atrae”.
Con este preámbulo, la conversación entre ellas comenzó de manera educada, pero pronto quedó evidente que las diferencias iban más allá de lo superficial. Mientras compartían la mesa, los tatuajes se convirtieron en el primer tema de conversación. Jessica confesó que la mayoría de sus tatuajes habían surgido por capricho y aburrimiento, mientras que Ara explicó que sus tatuajes eran de un estilo más tétrico. “Tengo una incisión en forma de i griega”, reveló Ara, ante lo cual Jessica no pudo evitar expresar su desaprobación: “Es muy gore y a mí eso no me gusta”.
Sin puntos en común ni química
La conversación siguió explorando otros intereses, pero a cada paso, las diferencias se hacían más evidentes. Cuando la música surgió como tema, Jessica comentó que uno de sus géneros favoritos era el reggaetón, algo que provocó una reacción inmediata en Ara. “Yo no soy de esas”, afirmó con determinación, señalando que su preferencia era por la música techno, pero sin letra. Jessica, por otro lado, declaró que disfrutaba de canciones que pudiera cantar, dejando claro que en este aspecto tampoco tenían nada en común.
La falta de compatibilidad entre ellas quedó aún más clara cuando hablaron sobre sus hábitos sociales. Ara confesó ser un poco antisocial, mientras que Jessica, quien disfrutaba de la vida social, concluyó que “no ha habido química”. Incluso cuando el tema de las relaciones sentimentales salió a la luz, las diferencias no hicieron más que acentuarse. Jessica dejó sin palabras a Ara al contar que una de sus últimas relaciones comenzó cuando ella tenía 13 años y su pareja 18, algo que Ara no pudo evitar criticar: “Me ha llamado la atención de mala manera, eso no es sano”.
Un final cordial, pero sin amor
A pesar de las diferencias, la velada entre Ara y Jessica transcurrió sin incidentes, aunque ambas sabían que lo suyo no iba más allá de una posible amistad. En la decisión final, ambas acordaron quedar como amigas y, con total cordialidad, abandonaron el programa por caminos separados, dejando atrás la posibilidad de un romance, pero con la promesa de mantener una relación amistosa. Una vez más, *First Dates* demostró que el amor es impredecible, y que encontrar a la persona adecuada no siempre es tan sencillo como cruzar las puertas de un restaurante televisivo.