Cómo sobrevivir al calor veraniego.
Durante la temporada estival, los días de temperaturas elevadas se convierten en una constante en muchas regiones de España. En algunos lugares, es común que las temperaturas superen los 30 grados Celsius, obligando a la población a buscar refugio en la frescura de sus hogares. Esta situación abre un debate recurrente sobre cuál es la mejor estrategia para mantener nuestras viviendas frescas y cómodas. Una de las principales dudas que surge es si es más efectivo dejar las ventanas abiertas o cerradas.

La reacción instintiva al sentir calor dentro de casa es abrir las ventanas para dejar entrar el aire del exterior. No obstante, algunos especialistas, como el doctor Andrew Shea, profesor titular de física de la construcción en la Universidad de Bath, en el Reino Unido, aconsejan lo contrario. Según Shea, “si hace más frío dentro que fuera, debes mantener las ventanas cerradas”. Este experto advierte que al abrir las ventanas, permitimos que el aire cálido exterior ingrese, elevando así la temperatura interna y aumentando la sensación de incomodidad.
Recomendaciones de expertos en arquitectura.
Diversos expertos coinciden con la postura del doctor Shea. La doctora Ana Souto, profesora principal en la Universidad Nottingham Trent en el Reino Unido, respalda esta teoría basada en su experiencia con el calor en España. Souto sugiere un enfoque claro y preciso: “Cierra todo. Puedes abrir las ventanas a última hora de la tarde y a primera hora de la mañana (hasta las 9 de la mañana aproximadamente) cuando hace frío, pero el resto del tiempo mantenlas cerradas. Mi casa es como una cueva, pero funciona”. Esta recomendación se basa en la idea de minimizar la entrada de aire caliente durante las horas más calurosas del día.

El doctor Shea también enfatiza la importancia de abrir las ventanas al anochecer, añadiendo que el uso de aplicaciones móviles de meteorología puede ayudar a planificar mejor este proceso. “Hay aplicaciones que te indican la temperatura tanto interior como exterior, para que puedas calcularla de forma más científica, pero por la noche puedes abrir fácilmente las ventanas y dejar que entre un poco de aire fresco”, explica Shea.
Alternativas y consideraciones adicionales.
Sin embargo, no todos los expertos están completamente de acuerdo con esta estrategia. Amin Al Habaibeh, profesor de sistemas de ingeniería inteligente en la Universidad de Nottingham Trent, sugiere que existen otras opciones para controlar el calor dentro de casa. “El calor entra en la casa de dos formas: la radiación solar y el aire caliente. Queremos limitar ambas, cerrando las ventanas y las cortinas, pero si llega un punto en el que la temperatura dentro de la casa es igual a la del exterior, entonces hay que abrir las ventanas y mantener las cortinas cerradas”, comenta Al Habaibeh.
A pesar de estas diversas recomendaciones, algunos estudios indican que dejar las ventanas abiertas durante la noche puede tener efectos negativos en la calidad del sueño. Según una investigación de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, en Alemania, existe una relación entre los ruidos nocturnos y las hormonas del estrés.
Estas hormonas, según el estudio, pueden aumentar los niveles de colesterol y la presión arterial, y los ruidos ambientales nocturnos pueden desencadenar su descontrol. Durante el día, el cerebro tiende a bloquear ruidos como el tráfico o la actividad callejera, pero por la noche, estos sonidos pueden percibirse incluso mientras dormimos.
El impacto del ruido nocturno en la salud.
Además, un estudio publicado en la revista Noise & Health señala una conexión entre la exposición a ruidos ambientales nocturnos y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Esta asociación se debe a la sensación de alerta que puede provocarse al escuchar ruidos durante la noche. Esta sensación no solo afecta la salud cardiovascular sino también las hormonas del estrés, como advirtió la Universidad Johannes Gutenberg. Por tanto, si es posible, se recomienda dormir con las ventanas cerradas para evitar estos efectos negativos.

En conclusión, la cuestión de mantener las ventanas abiertas o cerradas durante el verano es compleja y depende de varios factores, incluyendo las condiciones exteriores y la sensibilidad al ruido nocturno. Escuchar a los expertos y considerar todas las variables puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas para mantener nuestras casas frescas y nuestra salud intacta durante los meses más calurosos del año.