Un Verano Lleno de Sorpresas
Con la llegada de la temporada estival, miles de personas comienzan a disfrutar de sus esperadas vacaciones en diversas partes del mundo. Las zonas costeras, con sus playas y mares cristalinos, son los destinos predilectos para combatir el calor sofocante. Sin embargo, lo que promete ser una escapada idílica puede transformarse en una pesadilla por un pequeño descuido, como el de quedarse dormido sobre un flotador.
Una Aventura en Alta Mar
Esto le ocurrió a un hombre en las costas de Taiwán. Medios locales, como Newsebc, informaron que el incidente sucedió el domingo 7 de julio en el puerto de New Taipei. El protagonista de esta historia se adentró en el mar con un flotador y, desafortunadamente, se quedó dormido. Al despertar, se dio cuenta de que estaba en alta mar, lejos de cualquier costa y completamente desorientado. Este hombre de 58 años estuvo flotando a la deriva durante más de 19 horas, una experiencia que podría ser aterradora para cualquiera, pero que terminó con un final feliz.
Un Rescate Milagroso
El hombre fue rescatado por un barco pesquero llamado Wanli Princess 168, que navegaba por la zona. Los pescadores avistaron un objeto extraño en el agua y, al acercarse, descubrieron que se trataba de un hombre desorientado que llevaba horas a la deriva. Según contó el propio bañista, llamado Hong Nan, decidió darse un baño en la playa después de una intensa jornada laboral alrededor de las seis de la tarde. Sin embargo, su error fatal fue consumir alcohol antes de meterse al agua, lo que lo llevó a quedarse dormido sobre el flotador.
Un Final Feliz
Después de ser rescatado por el pesquero, Hong Nan fue trasladado al hospital. Allí, los médicos lo examinaron minuciosamente, pero fue dado de alta al cabo de unas horas al no presentar lesiones y tener las constantes vitales estables. Un representante del Cuerpo de Bomberos de Nuevo Taipei explicó: «Nos pidió agua, así que lo rehidratamos primero… Se le volvieron a medir las constantes y sus signos vitales eran estables», asegurando que el hombre se marchó por su propio pie.
La historia de Hong Nan es un recordatorio de cómo unas relajantes vacaciones pueden tomar un giro inesperado, subrayando la importancia de la precaución y la responsabilidad, especialmente cuando se está en el mar.