Les cobran 32 euros por dos mojitos y unas bravas en un chiringuito y su venganza ‘estremece’ las redes

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Indignación viral en las redes sociales

Más de 5.000 personas han reaccionado con ‘me gusta’ en cuestión de horas a una imagen compartida por una usuaria de X, anteriormente conocida como Twitter. La fotografía fue tomada poco después de que la usuaria y su acompañante salieran de un chiringuito playero en España. Este tipo de publicaciones son comunes en verano, donde los usuarios suelen compartir en redes sociales los precios de desayunos, comidas o cenas en diferentes lugares.

La publicación en cuestión detallaba: «En un chiringuito nos han cobrado a Aless y a mí 32 euros por dos mojitos y unas bravas, y les hemos robado el servilletero como venganza». Adjunta a esta declaración, se mostraba una imagen del servilletero mencionado.

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Reacciones y comentarios divertidos en X

La imagen y el comentario ingenioso han generado decenas de respuestas en la red social de Elon Musk, la mayoría de ellas con un tono humorístico, haciendo referencia al elevado precio de los mojitos. Muchos usuarios comentaron esperando que, al menos, la bebida hubiera estado buena por ese precio. La usuaria respondió: «Sí que lo estaban, pero yo fue ver el vaso lleno de hojas de menta y lima y saber que nos iban a atracar ahí mismo».

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Entre los comentarios destacaban frases como: «Por ese dinero me meto la mesa entera en la riñonera», «yo no soy de hacer esas cosas nunca, pero en esa situación te juro que habría hecho un sinpa», «a mí y a un colega nos cobraron 14 pavos por 2 tintos cutres de botellín de plástico y nos llevamos los vasos», y «por 32€ me llevo la mesa, las sillas, los platos, los cubiertos, los vasos y el sombrero del cocinero».

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Conclusión: El humor frente a los precios excesivos

Este tipo de interacciones y publicaciones reflejan cómo los usuarios de redes sociales utilizan el humor para lidiar con situaciones de la vida cotidiana, como los precios elevados en lugares turísticos. La anécdota del servilletero robado y los comentarios graciosos que la acompañaron son un ejemplo perfecto de cómo una experiencia personal puede resonar con miles de personas en línea.