De la gloria a la miseria: el drama de las estrellas de la televisión que lo perdieron todo.
La fama y el dinero son dos de los grandes atractivos que seducen a muchos aspirantes a convertirse en estrellas de la televisión. Sin embargo, no todo es oro lo que reluce en el mundo del espectáculo, y algunos de los que lograron alcanzar el éxito se han visto envueltos en situaciones dramáticas que han puesto en riesgo su salud, su estabilidad y su futuro.
Este es el caso de Estíbaliz Sanz, una de las modelos más populares de los años 90, que confesó haber caído en las adicciones y el alcoholismo tras su paso por varios programas de televisión. Su historia es un ejemplo de cómo el sueño de la fama puede convertirse en una pesadilla.
Pero no solo las adicciones y las conductas autodestructivas pueden arruinar la vida de una celebridad. A veces, son las propias circunstancias las que cambian radicalmente el destino de alguien que lo tenía todo. Así le ha ocurrido a David Venancio Muro, uno de los actores más queridos y reconocidos de nuestro país, que ha pasado de ser una de las caras más vistas en Telecinco a vivir al borde de la ruina.
«El teléfono ha dejado de sonar».
El programa de Ana Rosa Quintana dedicó el pasado jueves un espacio a la dramática situación de este intérprete, que saltó a la fama por su papel de Roberto en la exitosa serie ‘Escenas de Matrimonio’. La comedia, que se emitió entre 2007 y 2010, fue un fenómeno de audiencia que catapultó la carrera de Muro, que llegó a presentar las Campanadas en 2008 junto a Carmen Alcayde. Tras el final de la serie, el actor siguió trabajando en otras producciones de renombre como ‘El tiempo entre costuras’, ‘La catedral del mar’, ‘Acacias 38’ o ‘Los Misterios de Laura’.
Sin embargo, su trayectoria profesional se ha visto truncada por la falta de oportunidades y la crisis económica. En una entrevista concedida al programa de Mediaset, Muro reveló que lleva años sin recibir ofertas de trabajo y que apenas tiene ingresos para subsistir.
Además, tiene que hacerse cargo de su madre, que padece Alzheimer, cáncer y otras enfermedades, sin contar con ninguna ayuda. Para poder mantenerla, tuvo que vender su única propiedad y ahora vive de alquiler. “Sinceramente, tengo un currículum de mierda, ahora ha dejado de sonar el teléfono”, lamentó el actor.
Su testimonio conmovió a los colaboradores de TardeAR, que debatieron sobre la dura realidad de muchos profesionales del sector audiovisual. “Lo triste en estos casos es que no te llamen y deje de sonar el teléfono para gente que ha estado en la cima”, opinó la colaboradora Leticia Requejo. “Él se queja de que en su época dorada no ganó un dineral, a pesar del éxito obtenido”, añadió el periodista Miguel Ángel Nicolás.