La comentada reacción de Manuela al ver el físico de su cita: «Calvo, gordo… Adiós, muy buenas»

Patrocinados:

‘First Dates’ sigue sorprendiendo.

Desde hace casi ocho años, ‘First Dates’ es uno de los programas más exitosos de la televisión española. Cada noche, diez personas solteras acuden al restaurante del amor, donde les espera el carismático Carlos Sobera y su equipo de camareros y camareras. Allí, tendrán una cita a ciegas con alguien que, según el programa, es compatible con ellos. ¿El resultado? Unas veladas llenas de sorpresas, emociones, risas y, a veces, lágrimas.

Patrocinados:

‘First Dates’ no es solo un programa de entretenimiento, sino también un reflejo de la sociedad actual y de las distintas formas de buscar pareja. Los participantes son de todo tipo: cada uno tiene sus gustos, sus expectativas y sus manías, y no siempre coinciden con los de su cita. Por eso, el programa ofrece un amplio abanico de situaciones, desde las más divertidas y románticas hasta las más tensas y desastrosas.

Patrocinados:

Además, ‘First Dates’ es un programa didáctico, que enseña a los espectadores y a los propios comensales cómo ligar y cómo no ligar. A lo largo de los episodios, se pueden extraer algunas lecciones importantes, como: ser auténtico, tener sentido del humor, respetar al otro, no juzgar por las apariencias, no mentir, no ser egoísta, no ser grosero, no ser aburrido, no ser impaciente, no ser obsesivo, no ser celoso, no ser infiel, no ser machista, no ser racista, no ser homófobo, etc. Asimismo, el programa demuestra que el amor puede surgir en cualquier momento y lugar, y que nunca es tarde para encontrarlo.

Patrocinados:

Rechaza sin piedad a su cita.

Manuela ha sido una de las grandes personalidades que han pasado recientemente por el programa. Según ella, se viste resaltando su ‘pechonalidad’, porque afirma que “hay que resaltar lo bueno que tengo”. Manuela ha estado soltera durante 7 años soltera y ha explicado que su última pareja le puso los cuernos.

Patrocinados:

Patrocinados:

Ella le ha contado a Carlos Sobera que se considera una mujer muy activa, y que le gustan los hombres más jóvenes que ella, especialmente de 40 o 50 porque “tienen más potencia”. Su cita era Clemente, un tipo tranquilo que no está acostumbrado a volverse loco a sus 66 años.

Clemente solo ha tenido tres relaciones, dato que el presentador le ha recomendado que no mencionara. Sin embargo, no ha hecho falta: nada más verle Manuela ha exclamado un “adiós, muy buenas. Calvo, gordo, con gafas y más bajo que yo”. Por su parte, Clemente ha comenzado la cita con ganas y ha querido saber todo sobre Manuela.

Patrocinados:

Ella le ha contado que su matrimonio se rompió porque su marido dejó de satisfacerle: “estaba todo el rato viendo deportes en el sofá y yo era su criada”. Además, ha contado que trabajaba como óptica optometrista, y que se había apuntado a clases de salsa. Algo que a Clemente no le ha convencido, ya que “yo soy más de clásico”.

Patrocinados:

Clemente le ha dejado claro que él eso de muchos en una noche, no le va, que él prefiere uno bien hecho. Pero Manuela busca a un tipo “malote, empotrador, otro tipo”. Hablando sobre posturas favoritas, Clemente ha dicho que ya no tiene edad para posturas raras “digamos que soy clásico y lo que se pueda, sin forzar”. Ha afirmado que a él le gustaba “poner un vals de Strauss”, algo que a Manuela le ha horrorizado: “lo que me faltaba, que me ponga un vals”.

Posteriormente, en el reservado podría haber saltado la chispa, pero Clemente ha avisado que él no daba besos hasta la cuarta o quinta cita, y ella se ha sentido como si estuviera viviendo con sus padres. Pero había una verdadera razón: Clemente no había sentido nada especial por Manuela. En la decisión final él se conformó con decirle que no había congeniado, mientras que ella le ha dicho que esperaba otro físico y a un hombre mucho más activo que él.