La normalización de ciertas actitudes machistas desde pequeños ha llevado a pasar por alto durante años actitudes en los niños cómo levantarles la falda a las niñas.
La usuaria de Twitter y profesora @hadagaga ha querido compartir una desagradable situación que tuvo que vivir en su aula sobre un tema que no tiene ninguna gracia:
El machismo inunda las aulas, al igual que otras áreas y espacios de la sociedad, y por desgracia, los casos de abuso y acoso entre menores en los colegios están a la orden del día.
La usuaria de Twitter y profesora @hadagaga ha compartido una de estas vergonzosas experiencias en un hilo de esta red social y también la lección de feminismo que les dio a sus alumnos para que estos episodios no se repitiesen.
Según cuenta, vio cómo un niño le tocaba el pecho a una compañera de clase y su actitud y sus gestos delataron que no se trataba de algo accidental, por lo que decidió tomar cartas en el asunto y regañarle por su comportamiento.
Era una clase normal, los niños estaban corrigiendo los ejercicios, cuando algunos se empezaron a reír al intervenir la profesora y reprender al niño. Ana creía que había causado una situación incómoda para ella, pero nada más lejos de la realidad, la niña relató que no era la primera vez que le ocurría:
Estábamos en mates, corrigiendo unos ejercicios. El resto de la clase, al oír que estoy reprendiéndole, preguntan qué ha pasado. Alguien lo cuenta y tres niños se echan a reír. Les digo que no tiene gracia, que es muy serio. La cara de la niña es un poema y me siento mal.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
Pienso que quizás tenía que haber corregido al otro en privado, sin la presencia del resto. Porque lo que menos deseaba era dejar en “evidencia” a la niña. Una niña estupenda, que además es muy bien aceptada en el grupo. En fin. Decido seguir con la clase. Al acabar se incorporan
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
…los que estaban en apoyo/s. Alguien informa por lo bajini a los recién llegados y un bocazas recién enterado dice en alto “Fulano le ha tocado el culo a Mengana”. Nuevas risas de los mismos de antes. Me enfado. Les mando recoger todo (técnica que uso cuando quiero que…
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
…Me presten atención). Espero a que alguno termine de copiar lo último corregido en la pizarra. Después de varios minutos, ya todos tienen la mesa recogida y están callados. Les digo que estoy muy disgustada, que no entiendo qué tiene de gracioso lo que ha pasado.
Cuando consigue que se queden en silencio, les dice que está muy disgustada y que no entiende qué tiene de gracioso lo que ha pasado. Les da una lección.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
Que nuestro cuerpo es nuestra casa y que igual que nadie entra en casa sin que yo le invite, nadie tiene derecho a tocar nuestro cuerpo sin permiso. Y que esas risas son un golpe para mí, pero más para su compañera. La niña ya no lo soporta y se echa a llorar. Se va al baño…
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
…gritando enfadada algo ininteligible. Ahora los que se reían parece que empiezan a entender y ensombrecen el gesto. Aprovecho para insistir en la idea de que tienen que ser agentes del cambio. Entender que estas cosas son graves y no hay que banalizar ni consentir.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
Cuando la niña ha vuelto, los que se reían se han levantado para pedirle perdón. Les he dicho que esperaran, que ahora no era el momento, que su compañera seguía afectada. Entonces la niña ha tomado la palabra y ha contado que estalló porque no era la primera vez que le pasaba.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
Le pregunté si había sido en el colegio y contestó que no, que en el parque, en la calle. Les he contado las dos veces que me pasó lo mismo. Otras niñas han comentado casos parecidos (leñe, que tienen 11 años). Claro que yo tenía su edad cuando me pasó.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019
Un viejo que me sobó los muslos en el autobús. Y yo asustada, sin atreverme a hacer nada, avergonzada… En fin. Mañana seguiré hablando del tema en clase. Ojalá cambien las cosas, ojalá estas actitudes desaparezcan por la educación recibida, el valor y la no complicidad.
— Ana (@hadagaga) 14 de marzo de 2019